Wakaranai yo! Kurogawa-san

Takamori es un estudiante universitario que tiene una relación no tan normal con una casera llamada Kurokawa. Una hermosa mujer es propietaria del apartamento en el que vive y se ha sentido atraída por ella desde que se mudaron.

Sin embargo, su relación era muy formal hasta que un día ella lo descubrió mirando su escote, le habló y le preguntó si era un regalo de su novio.

Sorprendentemente ella no tiene novio y Takamori le dice que no puede entenderlo por su belleza, e incluso le dice que quiere ser uno de sus pretendientes, invitándolo a su habitación sucede lo inimaginable y ella le practica sexo oral.

Desde ese día, su relación se ha basado en juegos sexuales.

Un día, cuando Takamori está a punto de entrar en la casa, una chica le llama la atención. Su nombre es Manaka. Ella se convierte en su nueva vecina y comienzan a hablar y formar una buena amistad.

Sin embargo, Kurokawa tiene que explicarle algunas cosas al nuevo inquilino: antes de irse, se encuentra con él en su habitación una noche.

Al llegar, la propietaria está bebiendo, pero nunca bebe. Ella se ofrece a compartir una bebida. Takamori no entiende lo que está pasando. Kurokawa se acercó a él sensualmente y parecía estar a punto de besarlo por primera vez, pero terminó sentándose en su rostro.

Es lo mismo de siempre, así que estoy un poco triste, pero ella retrocede a toda prisa. Él piensa que fue su reunión con Manaka, por lo que trata de explicarle todo.

Rápidamente mete sus bragas en la boca del chico y trata de darle una lección.